Innocence
Muchas veces digo que estoy falta
de inspiración para justificar mi –definitivamente- falta de organización de
ideas, pues las ideas las tengo, y vaya que son muchas. Mi personalidad más
allá de lo extrovertida que pueda ser, lo introvertido es lo que me puede
mantener por horas muda mientras en mi cabeza hay una explosión de ideas, pensamientos
y por supuesto, deseos. Busco en cada oportunidad un pretexto para no sentarme
y dejar que mis manos conectadas a mi mente vomiten de manera sistematizada
cada uno de los pensamientos que tengo. Conforme pasa la vida, mi vida, los
años, los meses, los días, las horas y cada méndigo minuto, hay una experiencia
más, que si bien, no se tiene que contar, sí se tiene que analizar.
El otro día –como siempre-,
estaba navegando por la inmensa telaraña de Google, claro, después de
preguntarme a las 8am en sábado, por qué los niños me siguen mucho, digo, no
tengo cara de payaso –creooooooo-, pero los niños no sólo sonríen conmigo, sino
que interactúan conmigo, a mí también me gusta hacerles caras y monadas, digo,
estamos aquí para ser feliz, no? Entonces, pues me hice esa pregunta, y acabé
en google buscando alguna explicación. Encontré –ahora sí- un artículo sobre
“La Energía Cristal” en jóvenes y adultos, de verdad, un artículo que describía
tal cual mi forma de sentir y ver el mundo.
Siempre me he considerado
diferente, más allá de que sí creo o no que soy rara, a veces puedo serlo y
está bien, es normal. Pero el ser diferente, muy diferente que al resto de las
personas ha sido desde siempre un tema de discusión conmigo misma y por
supuesto con las demás personas cuanto me interrogan sobre ciertas actitudes
que tomo, muy en particular cuando me “paso de buena gente”, a.k.a; pendeja –en
sus palabras-; verán, no, no es que sea tonta, o me pase de buena gente, es
sólo que no entiendo porque siempre estar viviendo a la defensiva y/o ofensiva.
No necesita ser un intelectual para entender la evolución de la sociedad, de
los comportamientos, de la civilidad, del hombre (homo sapiens), como una
constante natural, propia de la vida de todos como un ente colectivo, así como
por lo individual: la adaptación.
En el argot, la evolución es
mucho menos –ajá- que progresar, me
atrevo a asumirlo, puesto que como dije en el párrafo anterior, se tratar de
evolucionar para adaptarnos a lo nuevo, que esto es para nada sinónimo de algo
mejor, a veces sueno muy conservadora –lo sé-, pero es que en verdad no me cabe
en la cabeza como solitos no estamos extinguiendo como seres sociales, apenas y
co-existemos con todas estas nuevas formas de interactuar, asumiendo que aún
interactuamos.
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