La vez que me mordió un perro y lloré...

Me mordió un perro y no sabes las ganas que tenía que estuvieras ahí, conmigo, riéndote de mi mientras yo lloraba de angustia por el pobre perro que atropellaron y quise rescatar. 

Lo sé, me preocupa más un pobre perro de la calle que la lista de antibióticos y vacunas que tendré que tomar por los próximos siete días, pero me conoces, no podría no preocuparme por él. Pero volviendo al tema, te extrañé. Desee tanto tu abrazo, tu cariño, tu atención, claro, tu amor. 

 

 ¿Dónde estás? Te extraño.