Podría hacerlo...

Podría gritar que te amo, podría antes aceptarlo o simplemente podría evadirlo...

Y es que verás, podría -de nuevo podría- explicarte lo que pasa por mi mente y lo que siento en mi corazón, pero la realidad es que aún no estoy preparada para siquiera escucharme a mi misma describir esto que por dentro tengo. 

Han pasado los años, aún tengo ese sentimiento a flor de piel, que por más que me diga a mi misma que no vas a volver, todas las mañanas espero entre pestañas un mensaje tuyo.